martes, 9 de febrero de 2010

una chica forzada

Me fuí al vestuario corriendo antes de encontrarme con claudia, mi compañera de trabajo, estaba segura que vendría a por mí, así que cuanto más la esquivase mejor. Saqué de mi mochila, un top y una minifalda y unas botas altas, y guardé mi uniforme de camarera. Me miré al espejo, parecía una auténtica furcia, pero así es como me quería el cliente de hoy.
Iba a salir del vestuario cuando claudia me abordó
-Y: ¿A donde vas a así, preciosa? -me miró de arriba a abajo sonriendo- ¡Ah! Ya entiendo, vas de puta -diciendo esto poso su mano sobre mi pecho y comenzó a magrearlo con violencia. Le dí un buen un empujón y ella respondió dándome un bofetón, haciéndome sangrar el labio. Estaba rabiosa y sus ojos se veían irascibles.- Ahora vas a ver lo que le hago yo a las zorras como tú- Me echó contra la pared y estrechándome contra sus pechos comenzó a acariciarme los muslos con rudeza. Quise gritar pero me besó mordiéndome y lamiéndome la herida de mi labio
-Déjame - le volví dar otro empujón con lo que respondió fue con otra bofetada. Con toda su fuerza bruta, me tiró al suelo y abrió mis piernas mientras trataba de resistirme.- ¡SUÉLTAME! -le gritaba mientras pataleaba. Introdujo tres dedos de golpe con sus largas uñas en mi vagina sin excitar y comenzó a moverlos mirándome como reflejaba en mi cara el dolor
-Y: Sé que te gusta zorra. -El dolor era insoportable, con mis última fuerza, le pegué un patada en toda la cara y tirándola hacía atrás, me levanté rápidamente, cogí mi mochila y salí de allí sin mirar a atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario